jueves, 7 de noviembre de 2013

R5 - Crazy Stupid Love (Bonus Track)

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viernes, 6 de septiembre de 2013

Capítulo 4

Sentí un golpeteo insistente a distancia así que abrí mis ojos levemente. Me desperecé en la cama y me tallé los ojos dando un bostezo. Los golpes volvieron a hacerse presentes y noté que venían de mi puerta. Me quedé unos segundos mirando el techo y despertándome pero aquellos golpes volvieron siendo más fuertes. Me levanté de mala gana y abrí la puerta llevándome una sorpresa.
—Rocky, ¿qué —pero no me dejó acabar la pregunta.
—Me han enviado a despertarte, debes bajar a desayunar. Nos iremos en una hora —y cuando acabo de hablar dio media vuelta y se fue por el pasillo. Cerré la puerta y fruncí el ceño sin comprender. Me pellizqué el brazo levemente y sí, estaba despierta.
—Auch —murmuré mientras sobaba mi brazo y caminaba hasta el baño. Me cepillé los dientes y me di una ducha. Luego de diez minutos salí y me cambié [http://www.polyvore.com/cgi/set?id=64999728&.locale=es]. Si iba a aparecer en la portada de revistas como la nueva 'novia de Ross Lynch' debía verme bien, ¿cierto? Bajé las escaleras y me encontré a todos almorzando con grandes sonrisas en la cocina.
—¡________! Al fin llegas, tienes el desayuno preparado —me recibió Ryland sonriente como siempre. Caminé hasta la mesa y me senté a un lado de 'el y enfrente de Ross.
—Buenos días a todos —dije en voz alta a lo que todos respondieron con un 'buenos días'. Sonreí mientras le echaba azúcar a mi café.
—Quizás se enfrió, puedes ponerlo en el microondas —me avisó Ross. Probé el café y me puse de pie para meterlo dentro del microondas. Estaba helado. Me apoyé contra el mueble de brazos cruzados y miré a todos.
—No es que quiera entrometerme ni nada —todos hicieron silencio y me miraron—. pero me gustaría saber a donde rayos tengo que ir en menos de media hora.
—Iremos a dar una pequeña conferencia de prensa a Melbourn —contestó mi mejor amigo tranquilamente sin sacar la vista de su tostada llena de mermelada.
—¡¿Qué?! —pregunté en un grito histérico mientras me enderezaba y miraba a Ross atónita. Todos me miraron y ahora incluido Ross.
—¿No lo sabías? Le hemos dicho a Rocky que.. —pero su voz se desvaneció cuando miró hacia su izquierda y el lugar del morocho se encontraba vacío. De seguro se había ido cuando yo pregunté a dónde iríamos.
—Vaya, bueno, iré a preparar un poco de ropa —Ross rió.
—No es necesario, volveremos por la noche.
—Oh, bueno lo siento. No estoy acostumbrada a esto —sonreí levemente y el sonido del microondas me sacó de mis pensamientos. Luego de desayunar todos salimos hacia la camioneta en la cual el tío Mark nos dirigía hacia el aeropuerto.
—¿Iremos en avión? —pregunté mientras bajaba y miraba el aeropuerto con los ojos brillantes y rebosantes de emoción.
—Jet, llegaremos en.. veinte minutos —contestó Rydel. Todos caminaron y yo los seguí. Al entrar al aeropuerto comenzó la locura. Había alrededor de más de cien fanáticas ahí. En un abrir y cerrar de ojos Ross se encontraba de nuevo tomando mi mano y dirigiéndome hacia donde debíamos ir. Yo me ocupaba en mantener la cabeza baja y no mirar hacia ningún flash. En cuestión de segundos nos encontrábamos subiendo al Jet. Tomé asiento junto a Ross y miré hacia atrás observando como cerraban la puerta.
—Abrocha tu cinturón —me avisó. Obedecí y me removí un poco incómoda. Observé con quién estaba sentado cada uno y al ver a Rocky sentado con Rydel me sorprendí.
—¿No viene la anciana de pelo teñido con nosotros? —murmuré acercándome a Ross. Rió y luego negó.
—Rocky le ha llamado pero ella dijo que no estaba de ánimos y que la cabeza le estallaba.
—Con todo lo que bebió eso no me sorprende —suspiré y me acomodé en el asiento mientras miraba al frente. Mi teléfono comenzó a sonar en mi bolsillo y mi cuerpo se tensó al recordar el mensaje de la noche anterior que preferí ignorar.
—¿No contestarás? —preguntó Ross observándome. Abrí la boca para inventar alguna excusa pero terminé suspirando. Llevé mi mano hasta el bolsillo trasero de mis jeans y saqué mi teléfono. Miré la pantalla durante unos segundos mientras continuaba sonando—. Van a colgarte si tardas tanto —comentó divertido.
—Es un mensaje —aclaré.
—Ah, bien. Escucharé algo de música, si necesitas algo solo sacúdeme un poco —sonreí y asentí. Miró hacia la ventanilla y se colocó sus auriculares. Miré la pantalla de mi celular y era otra vez.. número desconocido. Bien, esa persona estaba artándome. Su jueguito estaba agotando mi paciencia. Presioné la opción 'Abrir' y leí mentalmente: 


'Harry Styles lleva a su nueva novia a todas partes. ¿Lo imaginas en la tapa de las revistas? Pero cariño, camina a su lado. Pareces más su perro faldero que su novia. ¿Ya has conversado con Danielle? -X'

Lo eliminé otra vez y me mordí el labio inferior dudando. ¿Debería decirle algo a alguien sobre estos mensajes? Creo que sería preocuparlos en vano. Pero por otra parte debería saber si lo que dijo sobre Danielle era cierto. Me puse de pie y caminé hasta donde ella se encontraba.
—Riker, ¿me cambias de lugar por cinco minutos?
—Todo por ti, hermosa —sonrió y se quitó el cinturón para ponerse de pie y caminar hasta al lado de Ross el cual se quitó los auriculares al verlo y le hizo un gesto serio con la cabeza en forma de saludo. Me senté al lado de Dani y me abroché el cinturón.
—___________, ¿sucede algo? —suspiré y la miré mientras jugaba con el anillo de mi dedo.
—No, es solo que.. —sonreí levemente—. me sorprendió no verte anoche en la casa de los chicos con Riker, Ellington durmió en la habitación de Ryland.
—Ah, bueno.. yo.. —noté que se puso algo, ¿nerviosa?—. No me sentía bien. Creo que había tomado de más y bueno, sentía que mi estómago como una lavadora—rió levemente pero yo la conocía. Punto número uno: ella anoche no estaba ebria y no había tomado de más. Punto número dos: esa era la sonrisa que Danielle Adams le daba a las personas cuando quería simular que todo iba bien.
—Pero, ¿te encuentras bien?
—Sí, sí. Solo fue algo que comí o la bebida. Ya te dije, tomé de más —sonrió de nuevo con esa falsa muestra de dentadura y yo sonreí con los labios sellados. ¿Eso quería decir que el tal X tenía razón? ¿Y si no estaba enferma qué era? Sacudí mi cabeza levemente y volví hacia el asiento que me correspondía. Y Ross no exageró con los minutos, en cuestión de.. quince ya estábamos aterrizando en el aeropuerto de Melbourn. Antes de ponerme de pie Ross tomo mi mano. Me detuve, miré su mano sobre la mia y lo miré.
—Espérame, este aeropuerto será peor que el de Los Ángeles —asentí y me quedé parada unos segundos observando como él guardaba su teléfono con sus auriculares en el bolsillo trasero de sus jeans y se ponía de pie acomodándose el cabello—. No sueltes mi mano por nada del mundo, ¿oíste? —tragué con fuerza y asentí. Caminó delante mio y yo lo seguí.. como un perro faldero. Al salir levanté la mirada por los gritos y vi el angosto pasillo por el que debíamos pasar. Fanáticas gritaban histéricas y se empujaban para acercarse y tocar a alguno de los chicos. Ross tiró de mi mano y provocó que mi cuerpo chocara con el suyo. Pasó su brazo por mi cintura sosteniéndome con fuerza y ambos caminamos con la cabeza baja. Los gritos eran ensordecedores y algún que otro empujón me había impactado un poco pero continué aferrada a Ross hasta que entramos al aeropuerto. Los guardias de seguridad nos siguieron desde que entramos todo el camino hasta que salimos y subimos a la camioneta negra que nos estaba esperando. Me senté al lado de Ross y una vez que cerraron la puerta solté todo el aire que había aguantado.
—Dios santo, eso fue.. agobiante.
—Agobiante es la palabra que describe cada uno de nuestros días —suspiré y me recargué contra el respaldo del asiento mientras miraba al frente. Entonces la camioneta arrancó pero luego de unos metros se detuvo e íbamos demasiado lento. Se comenzaron a oír golpes en las puertas y los vidrios y al ser polarizados yo podía observar afuera pero ellos no podían vernos a nosotros. Me acerqué a Ross y sentí como el aire comenzaba a faltarme. Estábamos rodeados de fanáticas locas que eran capaces de romper los vidrios.
—Ross —pasó su brazo por mis hombros y me acercó a él.
—Tranquila, serán unos minutos.
—Siento que el aire me falta —respiré con dificultad y el se alejó un poco para mirarme a la cara.
—Mierda, _________. Estás pálida —toqué mi frente con debilidad y sentí que iba a desmayarme en cualquier momento—. ¡Acelera papá! ¡___________ va a desmayarse! —Mark hizo sonar la bocina con fuerza haciendo que todas abrieran paso y piso el acelerador asegurándose de que no había nadie en el camino. Luego de unos cortos minutos ya nos habíamos alejado del caos pero seguía sintiéndome terrible—. __________, ¿cómo te sientes?
—Ross, necesito aire.
—Espera unos minutos, estamos por llegar al hotel —asentí y suspiré tratando de tomar la mayor cantidad de aire que pudiera. Cerré mis ojos levemente y respiré pausadamente sintiendo como Ross acariciaba mi cabello con dulzura. ¿Qué sería de mi sin él?—. __________, hemos llegado —me senté derecha lentamente y lo miré—. Hay fanáticas afuera, pero son solo unos pocos metros hasta la puerta de recepción. Una vez adentro estaremos bien. No voy a soltarte, ¿ok? —asentí y esperamos unos segudos a que los de seguridad controlaran a las fanáticas y nos dejaran un pasillo libre para caminar. Primero bajó Ross y luego me ofreció su mano para que yo bajara. Al poner un pie en el suelo los gritos volvieron a hacerse presentes y los flashes me cegaban. Ross tomó mi mano y caminamos unos metros pero mi estado era muy malo, ya que en cuestión de segundos me desvanecí.

***

—¡¿Qué mierda fue lo que pasó con ella?! —se oyó un grito molesto cerca de donde me encontraba. Mis ojos continuaban cerrados pero podía oír las conversaciones. Había recuperado el conocimiento y ahora intentaba normalizar mi respiración.
—¡Se desmayó! ¡No fue mi culpa!
—Ella no sirve para todo esto, Ross. ¿No lo ves? ¡En menos de dos meses esto va a matarla! No es lo suficientemente fuerte para soportarlo.
—¡Cállate Rocky! ¡Fue un accidente! ¡Puede pasarle a cualquiera! ¡Y si no vas a decir nada productivo entonces puedes irte! —oí un fuerte portazo y luego silencio. Suspiré y abrí mis ojos lentamente—. ____________, preciosa. ¿Cómo te sientes? —susurró Ross en un tono dulce. Apoyé mis manos en la cama donde me encontraba e hice fuerza para sentarme y apoyar mi espalda contra las almohadas. Suspiré y miré a mi alrededor. Estábamos en la habitación del hotel. Cerré mis ojos levemente y me llevé una mano a la frente.
—¿Qué.. qué fue lo que pasó? —susurré con apenas un hilo de voz.
—Bajamos de la camioneta y te desmayaste. ¿Cómo te sientes ahora? —entrelacé mis manos sobre mi vientre y contesté con los ojos cerrados.
—Bien.. supongo. ¿No tienen una entrevista o algo así? —lo miré y el sonrió levemente.
—Es dentro de media hora pero si no te mejoras no saldré de esta habitación —lo miré durante unos segundos y sonreí a medias.
—Tienes que ir, es tu trabajo.
—Sí, pero tú estás por encima de mi trabajo —llevé mi mano lentamente hasta su rostro y acaricié su mejilla. Cerró sus ojos y se inclinó hacia mi mano con una leve sonrisa en sus labios.
—¿Quieres que te acompañe? —abrió sus ojos y tomó mi mano entre las suyas mientras negaba frenéticamente.
—No, claro que no. Tú vas a quedarte aquí en tu habitación, con Ryland y Dani que van a cuidarte. Volveremos en menos de dos horas —asentí y miré sus manos sobre la mia. A comparación las suyas eran increíblemente grandes pero no grotescas. Eran suaves y delicadas. Suspiré.
—Creo que voy a darme una ducha para despejarme un poco —soltó mi mano lentamente y asintió mientras se ponía de pie.
—Danielle y Ryland vendrán en menos de.. cinco minutos. Danielle estaba que trepaban las paredes por verte, ya sabes como es ella —sonreí y asentí—. No quiero que salgas, ¿oíste? Volveré pronto —y dicho esto salió. Me puse de pie con delicadeza y me quedé unos segundos parada al lado de la cama para recuperarme completamente. Suspiré y caminé hasta el baño. Entré y me di una ducha, salí y me cambié con la misma ropa que tenía todo porque Ross no me dejó traer más. Sequé mi cabello con una toalla y lo sacudí un poco dejando que cayera en ondas por mis hombros hasta mi cintura. Y entonces recordé.. 

'¡¿Qué mierda fue lo que pasó con ella?!' , 'Ella no sirve para todo esto, Ross. ¿No lo ves? ¡En menos de dos meses esto va a matarla! No es lo suficientemente fuerte para soportarlo'
Fruncí el ceño y sentí unas irrevocables ganas de golpearlo. Era la primera vez que vivía algo como esto, además de que soy un poco claustrofobica. Pero su comentario solo me había dado más ganas de continuar en esto y demostrarle que yo podía soportarlo. Entonces dos golpes se oyeron en la puerta.
—Adelante —y entraron mis dos amigos con grandes sonrisas. Danielle corrió hacia mí, mientras Ryland me acariciaba el cabello delicadamente.
—¡__________! ¡Casi nos matas de un susto! —reí levemente y me alejé de ellos.
—Fue solo una falsa alarma —los tres nos sentamos en la cama y yo quedé en el medio.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Ryland. Suspiré.
—Bien, como si nada hubiera pasado. Pero al parecer hay alguien que no está muy feliz con mi presencia por aquí.. —murmuré entredientes recordando las palabras de Rocky. Ambas me miraron y fruncieron el ceño.
—¿Qué? ¿De qué hablas? —me preguntó Dani. Suspiré y caminé hasta la ventana enorme que daba a las calles poco transitadas de Melbourn.
—Rocky se puso histérico con lo que pasó y le dijo a Ross que yo no sirvo para todo esto y que en dos meses toda esta situación iba a matarme.
—¿Encerio? —Frunció el ceño—. A veces pienso que Roky es adoptado, porque todos los Lynch somos demasiado adorables —Dijo resaltando la palabra 'Demaciado'—.
—Cállate, Ryland —ordenó Dani y luego rió—. _________, Rocky estaba que trepaba las paredes por verte.
—Bien, eso no parecía cuando discutió con Ross antes de que yo despertara.
—Ya, deja de pensar en eso. ¿Qué te parece si vamos a recorrer el hotel? —propuso Dani.
—¿Por qué mejor no vamos a beber algo a un Starbucks? Algún guardia de seguridad debió haberse quedado —supuse.
—¿Bromeas? Hay como diez en la recepción —me contestó Dani divertida.

—Oigan,¿Que tal si vamos a la camioneta de papá, sacamos mi skate luego vamos al  parque que hay aquí al lado — Sonrió muy convincente, pero yo no caía en los encantos de Ryry.
—No Ryland.. —Dijo Dani mostrándole la cara más seria que nunca había visto de ella.
—Tu, Eres una bruja sin corazón, y cuando Riker te deje embarazada, seré un tío aguafiestas para tu bebé —Reí ante la amenaza de Ryland, sin duda este chico estaba para comediante.
—Como sea, tomemos a dos guardias y vayamos a divertirnos. ¿Por qué debemos quedarnos encerradas aquí? —Dani me miró y luego me observó con una mueca desalentadora.
—Bueno, además de la terrible idea de Ryland, No creo que sea buena idea, _________ —habló Dani, casi mi consiensia.
—Oh vamos, no seas amargada. Por favor —hice aquel famoso puchero que me salía tan bien y las dos rieron.
—Bien, bien. Pero llevaremos tres guardias —suspiré y puse los ojos en blanco mientras asentía para complacer a Danielle.
—¿Podría solo pararme en la marco de la venta y suicidarme? Es que no quiero salir con esta bruja... 
—Señaló a Danielle, quien estaba arreglando un botón de su blusa—. Ya ves, _________? Ya se está desnudando..
—Solo cállate Ryland —al salir del hotel las fanáticas ya ni siquiera estaban. Seguramente habían seguido a los chicos, así que ahora la cosa estaba mucho más tranquila. Caminamos por las calles de Melbourn conversando y riendo sin separarnos de la seguridad. Algunos paparazzis se acercaron a nosotras y tomaron varias fotografías pero no sucedió nada fuera de control. Al llegar al Starbucks pedimos y nos sentamos en una de las mesas de afuera. Conversamos sobre cosas triviales cuando un grupo de tres adolescentes se acercaron a nosotras sonrientes.
—¿Danielle? —preguntó una de ellas conteniendo su emoción. Dani la miró y sonrió.
—Hey, ¿cómo les va, chicas? —se miraron entre ellas y ahogaron un grito histérico.
—¡Los amamos!—exclamó una de ellas emocionada.
—Que cool ver R5ers aquí —dijo Ryland tranquilo, guiñéndoles un ojo.
—Queremos saber algo, ____________ —las miré y sonreí.
—Sí, ¿qué sucede? —se miraron entre ellas y luego una rubia de ojos claros preguntó.
—¿Sales con Ross? —abrí la boca para responder pero luego vi como Danielle me negaba levemente con la cabeza.
—Claro que no, somos solo amigos. Lo conozco desde que tengo trece años —sonreí y ellas rieron.
—Oh, debió haber sido lindo oír a Ross cuando aún no cambiaba su voz —reímos y luego yo asentí.

—La verdad no lo era.. —Murmuró Ryland.
—Cállate, Ryland, o harás que le diga a un guardia que le saque a patadas de aquí —.Las chicas los miraban con la boca abierta, De verdad creo que ellos eran casi su vida entera.
—Sí, lo era —Suspiré—. Era bastante lindo.. y gracioso..
—Oye, ¿y te sientes bien? —Las miré y asentí.
—Soy un poco claustrofóbica y tantas personas juntas me quitan el aire. Pero estoy bien, supongo que voy a acostumbrarme.
—Oh bueno, esperamos que no te suceda de nuevo. ¿Nos firmarían esto? —Los tres aceptamos gratamente y firmamos las chicas se retiraron y continuamos conversando unos segundos.
—Que ni se te ocurra decir que Ross y tú están saliendo —me advirtió Danielle. Fruncí el ceño y la miré mientras le daba un sorbo a mi Frapuccino.
—No iba a decirlo de todas formas pero, ¿por qué no? —ambos suspiraron y Ryland habló.
—Ross está comenzando una relación con.. una chica.
—¿Una chica? ¿Otra vez con eso? ¿Pueden decirme quien es la maldita chica de una vez? —ambas se miraron y luego Danielle habló.
—Maia Mitchell —casi escupo todo lo que tenía en la boca.
—¡¿Qué?! —pregunté en un grito. Los guardias voltearon alterados hacia nosotras pero yo les hice señas de que todo estaba bien.
—Él debía decírtelo pero avísale que tú insististe en que te lo dijéramos —avisó Danielle dando un sorbo a su Capuccino.
—Esperen, solo denme.. cinco minutos para asimilarlo. ¿Ross Lynch y Maia Mitchell? ¿Acaso están locos? Maia no es el tipo de mujer para Ross. Son como el agua y el aceite, además de que todos sabemos que Ross no puede pasar una semana con la misma mujer.
—Creo que sería mejor que lo hablaras con él, estoy segura de que tiene cosas que explicarte —y fue lo último que Danielle y todos dijimos sobre el tema. Al volver al hotel, media hora después llegaron todos.
—¡Hey Ratliff! —lo llamé cuando lo ví por el pasillo a punto de entrar a su habitación. Volteó y me dedicó una sonrisa.
—__________, ¿cómo te sientes? —me acerqué a él y sonreí.
—Bien, estoy perfecta. ¿Has visto a Ross? —pensó unos segundos y luego negó con el ceño fruncido.
—Pero creo que él, Riker, Maia y Danielle iban a pasear por el centro —suspiré y sonreí a medias.
—Gracias Elli—volví a mi habitación y me quedé adentro pensando unos segundos. ¿Por qué no me lo dijo? Entonces mi teléfono sonó sobre mi mesa de noche. Me puse de pie y me crucé de brazos delante del mueble observando como la pantalla se encedía y se apagaba y el tono sonaba y sonaba sin detenerse. Me mordí el labio inferior y pensé en eliminar el mensaje sin siquiera leerlo pero la intriga me ganó. Dicen por ahí que la curiosidad mató al gato. Abrí el mensaje y leí: 

'He oído por ahí que Ross y Ellington no se encontraban en el hotel.. ¿con Maia y Rydel? ¿Por qué no llamas a alguna y preguntas? -X'.

—Hey __________, ¿has visto a Riker? —preguntó la voz dulce de Danielle asomándose en la puerta de mi habitación. Tragué con fuerza y negué levemente—. ¿En dónde rayos se metió? —murmuró mientras cerraba la puerta. Me senté en la cama y leí el mensaje una y otra vez. ¡¿Quién mierda era este X y por qué lo sabía todo?!


Por Paulis y Camila

sábado, 31 de agosto de 2013

Capítulo 3

El camino al lugar donde sería la fiesta fue corto. El tío Mark nos acompañó todo el tiempo, al parecer nunca se separaba de los chicos cuando ellos salían. Y nos seguía otro auto con tres tipos más de seguridad.
—¿Es necesario tanta seguridad? —le susurré a Ross que estaba sentado a mi lado en la camioneta.
—Sí, nunca se sabe cuando pueden salir fanáticas de la nada. 
—¿A dónde vamos? —me miró y sonrió. 
—Es un bar de karaoke poco conocido aquí en Los Ángeles. Estará lleno de gente pero la mayoría son personas importantes que buscan un descanso de su atareada vida. Nada de que preocuparse pero los del Management no nos dejan salir sin al menos dos guardias con nosotros. 
—Vaya, eso debe ser algo molesto —murmuré.
—Nuestro Papá no es problema, él nos deja un poco de tiempo para respirar sin dejar de vigilarnos. Luego de un tiempo te acostumbras, y tú deberás acostumbrarte también. No podrás salir a la calle como cualquier extranjera —lo miré con algo de miedo—. Y también comenzarán los rumores. Tú y yo saliendo, Tú con Ratliff, Tú embarazada, quizás digan que moriste en alguna oportunidad pero no debes darles importancia.
—Vaya, eso me da ganas de salir corriendo ahora mismo.
—Tranquila, no dejaré que se pasen de la raya pero debes estar preparada porque ahora no
 serás una chica normal —yo en realidad ya lo sabía, era obvio que ser mejor amiga de una celebridad debía tener cosas como estas pero no me importaba. Disfrutaría este año con mis mejores amigos sin importar los contratiempos que surgieran. Luego de unos diez minutos llegamos al dichoso lugar. Al bajar hubieron algunos que otros flashes pero Ross no soltó mi mano. Caminé cabizbaja hasta que llegamos adentro. Miré a Ross y él me dedicó una sonrisa. El bar era muy espacioso, estaba ambientado en un estilo de los años 20. Mujeres vestidas como en esa época caminaban de aquí para allá atendiendo a las personas sentadas en los sofás de terciopelo rojo. Champagne, charleston y olor a tabaco inundaban el ambiente haciéndolo un poco incómodo para mi.

—Bien, vamos a nuestro lugar —habló Ross. Caminamos por los pasillos siendo observados por todos para luego oír susurros.
—¿Están hablando de ti? —le susurré a Ross. Sonrió sin soltar mi mano y sin sacar su vista del frente.
—Y de ti. De nosotros. Creen que eres mi nueva chica o algo así.
—¿Tu nueva chica? ¿Traes a tus chicas aquí? Espera, ¿acaso eres uno de esos imbéciles que cambian de chica por semana? 
—Tranquila. Luego hablaremos sobre nuestras formas de vida —llegamos a casi delante del escenario donde una banda tocaba animosamente. Tres sofás espaciosos estaban en un pequeño gabinete. En el centro había una mesa ratona sobre la cual habían botellas de champagne, cigarros y alguna que otra golosina—. Bien, acomódense.
—Vaya, esto es genial —comentó Rydel sentándose a un lado de Ratliff
—Amo este lugar —dijo Ryland.
—¿Han venido antes? —preguntó Dani y entonces Rocky golpeó disimuladamente a Ryland en la pierna.
—No, pero quiero decir que la ambientación es genial. Voy a venir más seguido —sonreí bajando la mirada ya que yo fui la única que noto que Ryland estaba mintiendo. Ellos habían venido antes y de seguro habían tenido una noche entretenida. Pero si ellos no querían que sus novias se enteraran yo no soy quien para decirles.
—Bien, bebamos algo mientras esperamos que el karaoke comience —comenzaron a beber y trago a trago la cosa se puso más divertida y más.. movida. La mayoría parecían estar ebrios y recién eran las 10.

El show había comenzado hacía unos veinte minutos y habían subido a cantar unas tres personas, había chicas bailando y todas esas cosas. Yo, personalmente, odiaba tomar tragos, ya con 19 años, nunca en mi vida he probado una solo gota de alcohol..solo al imaginarme embriagarme y comenzar a decir cosas de las que luego me arrepentiría, me daba asco. Más considerando que Rocky estaba presente, y ni hablar de su novia. Jennifer, era de buen beber. Se reía histérica de cualquier idiotez que alguien decía y luego bebía más, y más. 
—Vaya, esa chica tiene un estómago fuerte —susurré en el oído de Rydel cuando todos estaban hablando lo suficientemente fuerte. 
—Espera diez minutos más y vas a encontrarla en el baño casi inconsciente —Rydel tampoco bebía, nos cuidábamos las dos, pero Dani era un tema aparte. Ella y Jennifer podían ser mejores amigas tranquilamente. 
—Y entonces ella dijo: ¡no es un gato corriendo, es Ratliff! —y seguido de eso mi mejor amiga estalló en carcajadas. Ratliff empezó a reír igual o quizás peor que ella y fueron seguidos por Jennifer y Ryland. Dani, Riker, yo y Ross eramos los más cuerdos en el grupo.
 Te ves sexy hoy —dijo Ross mirándome con una sonrisa. Él también estaba bastante pasado de copas. 
—Ross, cállate. Estás ebrio —dije entre divertida e incómoda. 
—De verdad, podrías ser mi conquista esta noche. ¿Has conocido mi habitación? —reí y palmee su hombro.
—Creo que necesitas un poco de café —puso una de sus manos en mi pierna derecha y la acarició suavemente poniéndome incómoda—. Y una ducha de agua helada, cálmate. 
—Vamos, sabes que no puedes negarte —se acercó y besó mi cuello. Todos estaban metidos en sus conversaciones así que nadie notaba que a Ross se le estaba yendo la mano.
—No Ross, ya basta. No es gracioso —subió su mano por mi pierna y tomó el dobladillo de mi vestido—. Ross, no —intenté alejarlo pero él era más fuerte.
—Oye, ¿no habían dicho que sabías cantar? —mi salvación. Rocky se alejó de mi con un gruñido y le dio una mirada asesina al morocho causante de la interrupción.
—Eh, un poco, sí. 
—¿Por qué no subes y cantas? —lo miré durante unos segundos y luego el sonrió de lado. Bien, sentía que iba a derretirme ahí mismo.
—No lo sé, no creo que...
—¡AQUÍ HAY UNA CHICA QUE QUIERE CANTAR! —gritó Ratliff poniéndose de pie.
—¡No, Ellington! Mierda, cállate —murmure tirando de su camiseta hacia abajo para que se sentara.
—¡Vamos! ¡Sube y canta un poco! —gritó Dani tomándome del brazo y poniéndome de pie. Me empujó hasta las escaleras del escenario y yo subí insegura. Suspiré, Sabía que luego de esto me hiva a odiar y seguir asco hacia mi mismo, pero ¿Que más daba? Tenía que divertirme.
—Ratliff! —le grité desde el escenario—. Pásame esa botella —me la paso y tomé sin siquiera usar una copa. 

Todos gritaron, silbaron y aplaudieron. Bien, si iba a cantar tendría que estar un poco ebria. Dejé la botella vacía a un lado y me acerqué al micrófono—. Bien, cantaré lo que sea que pongan, así que denme con lo mejor que tengan —todos volvieron a gritar y sonreí mientras oía la música comenzar. ¡Amaba esta canción! [http://www.youtube.com/watch?v=RHXAYxe7BQw] Me acerqué al micrófono y comencé a cantar sintiendo como el alcohol comenzaba a mezclarse con mi sangre. 
'It takes a girl to understand, just how to win. She knows, she can. I think it's clear, who wears the pants. What boy, could stand, a chance'. 

Sacudí mi cabeza un poco haciendo que mi cabello se balanceara y me acerqué al micrófono de nuevo. 

'She makes it look easy, in control completely. She'll get the best of you, every single time. Thought by now you'd realize'. 

Enfoqué mi mirada en Rocky quien no sacaba sus ojos de mi mientras jugaba con una copa vacía en sus manos. 

'Never underestimate a girl, gets anything she wants. She's never gonna stop. You know it, you know it. Never underestimate a girl, she's always got a plan, the world is in her hands'

Dani y Rydel subieron conmigo y las tres continuamos cantando y bailando divertidas. La noche se pasó en un abrir y cerrar de ojos y para cuando quise notarlo estaba quitándome los zapatos en la entrada de la casa. 

—Vaya, no siento mis pies —caminé descalza hasta el pie de las escaleras y observé a Ryland tirado en el sofá—. Mañana muero por verte el rostro, Ryry —escuché su ronquido y reí levemente. Subí las escaleras y entré a mi habitación. Dejé los zapatos a un lado de mi cama y busqué en el armario una manta, tomé una azul marino y volví a bajar las escaleras.
—¿A dónde vas? —clavé mis pies en el suelo ante aquella imponente y grave voz y voltee para mirarlo. 
—Iba a cubrir a Ryland, dudo que suba a su habitación para dormir —caminé hasta el sofá y cubrí al castaño  medio rubio con la manta. Sonreí mientras peinaba su cabello hacia atrás y lo oía roncar levemente. Ese chico era una de las personas más tiernas que conocí en mis 19 años.
—¿Quieres helado? Creo que hay un poco en el refrigerador —voltee y miré a Rocky durante unos segundos.
—Claro —sonreí a medias y lo seguí hasta la cocina. Entramos y yo me senté en una de las sillas altas delante de la barra de mármol gris mientras que él caminó hasta el refrigerador y sacó un pote blanco, tomó dos cucharas y se acercó a mi sentándose del otro lado. Me pasó una de las cucharas y abrió el pote dejando ver el contenido—. Esto no habría durado ni un día en mi casa —comenté rompiendo con el silencio incómodo del ambiente mientras me llevaba la cuchara con helado de piña a la boca. Me miró durante unos segundos y luego sonrió bajando la mirada hacia el helado—. Gracias por lo de hoy. 
—Ross ebrio es lo peor que puede pasarle a cualquiera. Intentó besarte una vez —reí y negué levemente mientras hundía la cuchara en el helado.
—Sé que nunca haría nada que me lastimara, es como mi hermano. 
—Se veía bastante dispuesto a hacerte muchas cosas que un hermano no te haría —lo miré y lo señalé con la cuchara.
—Eres bastante observador.
—Lo vi de casualidad —sí claro, casualidad mi abuela. Pero no iba a decirle que creía que él había estado observándome toda la noche, claro que no. Porque él tenía a su novia.
—¿Y Jennifer? Que extraño que no estás con ella ahora.. —suspiró y dejó la cuchara a un lado.
—La dejé en su casa, estaba demasiado ebria.
—Con más razón debiste haberte quedado con ella —se levantó y salió de la cocina sin siquiera dedicarme una última mirada o un 'buenas noches'. 
—¿Es eso helado? —sonreí y voltee para ver a un gatito despeinado y desarreglado entrar a la cocina.
—Así es, ¿quieres un poco? —asintió y se sentó donde anteriormente se encontraba Ross. Luego de unos segundos Rydel entró sentándose sentándose cerca de Ratliff y ambos comenzaron a mirarse y sonreírse. Sin duda estos dos se traían algo, pero aún así eran los más hermosos juntos. 

Me puse de pie y me encontré con Riker recargado en el marco de la cocina con una leve sonrisa.
—Lo que hace el amor —habló sin sacar su mirada de Ratliff y Delly. Asentí y me imaginé a mi en esa situación con Rocky. Sentí una leve punzada en mi pecho y me costó respirar un poco al invadirme la imagen de él así con Jennifer—. Si necesitas algo puedes encontrarme en mi habitación —sonreí levemente y besé su mejilla.
—Buenas noches, Riker.
—Buenas noches, princesa —caminé hasta las escaleras cansada y al entrar a mi habitación cerré la puerta. Me senté en mi cama y cuando estaba a punto de quitarme el vestido para ponerme el pijama mi celular sonó. 

—Dios, no puedo tener dos segundos de paz —murmuré mientras lo buscaba en el bolso. Lo tomé y era un mensaje de otra vez un número desconocido. Dudé si abrirlo o no. Lo dejé sobre mi cama y tomé mi pijama. Una blusa color coral de tirantes y un short color gris. Me senté en la cama y tomé el celular. Suspiré, conté mentalmente hasta tres y abrí el mensaje.

'¿Has visto a Danielle? Hasta donde sé estaba algo descompuesta durante la fiesta y se tuvo que ir aunque tu estabas bastante ebria como para notarlo. ¿Enferma? ¿O quizás algo más? -X'

Por Paulis y Camila

Comenten, please. -Pau.

sábado, 24 de agosto de 2013

Capítulo 2

—¿A dónde se ha metido Ross? —pregunté mientras me sentaba entre Dani y Rydel. 
—Salió hace un rato, debe estar con.. —Ratliff se detuvo antes de acabar la frase—. Espera, _________, ¿Ross te ha hablado de alguna novia nueva o algo así? —lo miré durante unos largos segundos y sentí un dolor en mi pecho. No fueron celos, bueno puede ser que sí y es que Ross era como mi hermano. Pero me dolió el hecho de que él no lo había mencionado. Me había aclarado algunos rumores sobre la modelo Cara y lo de Caroline pero nunca me habló de una novia nueva. Negué levemente y luego bajé la mirada.
—No te preocupes, _________. Seguro va a contártelo, recién llegas —me calmó Rydel.
—Pero, ¿hace cuánto que está con ella? —pregunté para sacar cuentas.
—Solo hace unos cuatro días —me informó Ryland y entonces sentí que todo dentro de mi se relajaba. Hacía varios días antes de venir que no hablaba con Ross así que no iba a molestarme. Me habría enojado con él si hubiese estado saliendo con esa chica más de un mes y no me lo hubiese dicho. En ese caso sería diferente.
—Oh bueno, hacía varios días que no hablaba con él antes de venir así que... —aclaré. Me acomodé en el sofá y suspiré—. Bien, ¿quién es la futura chica con el corazón roto? —todos reímos y luego Rydel habló.
—¿No crees que será mejor que él te lo diga? —lo pensé durante unos segundos y luego asentí.
—Si, es verdad. Es solo que, necesito saberlo. Me mata la curiosidad —la tristeza, celos o bronca había desaparecido siendo reemplazada por la felicidad de estar de nuevo con todos mis amigos. Entonc
rada cerrarse y entró un Ross rebosante de felicidad, se oyó la puerta de entrada.
—Bien, preparen sus estómagos chicos y vayan a hacerse la manicura chicas. ¡Esta noche tenemos fiesta! —todos nos miramos con el ceño fruncido y luego yo me puse de pie.
—¿De qué hablas? —pasó uno de sus brazos por mi cintura y me acercó a él sin dejar de mirarme.
—Es tu fiesta de bienvenida, ¿acaso creíste que llegarías y yo no iba a festejar? —besó mi mejilla y yo sonreí.
—¡Fiesta! ¡Genial, era hora! —festejó Ratliff.
—¿A qué hora es y en donde? —preguntó Riker mientras Danielle se sentaba en su regazo.
—El lugar será sorpresa y a las ocho los quiero a todos ya preparados en la entrada de la casa. Va para ustedes dos tambien, diablitas —dijo señalando a Dani y Rydel mientras ambas reían.
—Oh, no será problema. Podemos ir de compras en la tarde y luego venir a prepararnos aquí.
—¡Compras! —gritó Rydel poniéndose de pie—. ¡Al fin! Danielle ya no me acompañaba al Centro Comercial, estuvo demasiado pegoteada a Riker todo este tiempo —Rydel corrió hacia mi y me abrazó separándome de Ross—. Te amo, te amo, te amo —reí y la abracé también.
—Y ese es el secreto para hacer feliz a una mujer —habló Rocky por primera vez desde que se encontraba ahí sentado observando todo en silencio. Todos rieron menos yo. Oír su voz no era bueno para mi, ni tampoco verlo. Pero debería acostumbrarme si tendría que convivir un año entero con él dando vueltas por la casa.
—Ya te habías comprado todo, Rydel. No sé que más podrías haber encontrado —contestó Dani.
—Habrá un karaoke así que vayan haciendo calentamiento de voz, especialmente tú muñeca —dijo Ross señalándome con una sonrisa malévola.
—No sabía que cantabas —me dijo Ratliff.
—Nadie lo sabía —continuó Rydel separándose de mi.
—Es que yo no canto —mentí. Cantaba cada día de mi vida, y según Ross lo hacía malditamente bien pero nunca me gustó exponerme de tal forma delante de muchas personas. Probablemente iba a vomitar o desmayarme sin siquiera haber cantado dos palabras.
—Deja de mentir, cantas excelente. Y esta noche todos van a enterarse. Bien, ustedes cuatro vagos —dijo señalando a los demás—. vengan conmigo. Necesito ayuda para algunas cosas. Ustedes tres, ninfas malvadas —dijo señalándonos a nosotras—. No incendien la casa en nuestra ausencia.
—¿Desde cuándo Ross es el responsable de los cinco? —preguntó Ryland mientras se ponía de pie y lo seguía.
—Ahora quiere parecer responsable para impresionar a ____________, ¿no te das cuenta? —bromeó Ratliff. Ross se acercó y golpeó su cabeza.
—Cállate, idiota —y los cinco salieron sin más. Las tres me miraron y tomándome de los brazos me sentaron en el sofá. Rydel corrió hasta la puerta y la cerró con trabas.
—¿Van a matarme? ¿Piensan torturarme? Dios, tengo miedo —bromee. Rydel y Dani rieron y se pararon delante mio con los brazos cruzados. 
—Ya, habla. ¿Qué rayos le hiciste a Rocky? —preguntó Dani. Sentí como mis músculos se tensaban y mis palpitaciones volvían a acelerarse al oír su nombre.
—¿De qué hablan? Yo no le he hecho nada —dije sincera. Y era la verdad, no le había hecho nada.
—Vamos, algo debiste haberle dicho. No te sacó la mirada desde que se sentó en ese sofá —me informó Rydel provocando que mis mejillas se sonrojaran y que bajara la mirada hacia mis manos que jugaban nerviosas.
—No le he dicho ni hecho nada. Quizás.. —suspiré. Levanté la mirada y las miré a ambas consecutivamente—. Cuando salí de la habitación Ryland pasó corriendo con unos pantalones en la mano y cuando miré a mi derecha estaba él... con solo unos boxers a mitad del pasillo mirándome.
—¡¿QUÉ?! —gritaron las tres histéricas. Dani y Rydel también sabían que a mi Rocky me gustaba pero no les dije la parte de que estaba perdidamente enamorada de él. Creían que solo me gustaba y ya. El único que sabía que Rocky Lynch era mi perdición era Ross.

—Sh, dejen de gritar
—¡¿Pero él que hizo?! —preguntó Dani en un grito.
—Nada, susurró mi nombre y luego al ver que yo bajé la mirada completamente bordó por la incomodidad de la situación dijo que esperara y fue a ponerse unos jeans.
—¡¿Y luego?! —preguntó Rydel incitándome a continuar. Esta era la parte a la que no quería llegar porque ambas iban a comenzar con sus comentarios positivos e iban a ilusionarme, cosa que yo quería evitar a toda costa.
—Me miró de arriba a abajo y dijo 'Te ves... mayor' —ambas se miraron y sonrieron—. Y yo dije 'gracias.. supongo' y el aclaró 'Quiero decir, te ves.. bien', volvió a mirarme y ahí apareció Ryland y terminó nuestra incómoda charla —Dani y Rydel se sentaron en sillón junto a mí y ambas me miraron con una sonrisa—. Lo que sea que estén pensando, bórrenlo de sus mentes.
—__________, él te ve atractiva. Eso es bueno —me animó Dani.
—Él nunca dijo eso, dijo que me veía 'mayor' —dije haciendo mi voz grave en la última palabra—. Y estoy segura que con eso quiso referirse a que tengo arrugas y quizás alguna cana.
—Oh vamos, ¿acaso eres tan idiota? —me dijo Rydel.
—Oye! —me quejé.
—Mira, hay una forma de saberlo —comentó Dani mirando a Rydel—. El te miró y dijo que te veías mayor, vio tu reacción y luego.. ¿se rascó la nuca o se pasó la mano por el cabello?
—¿Han estado espiando? —pregunté en tono molesto.
—¡Lo sabía! —gritó Rydel poniéndose de pie y señalándome.
—¿Qué? Esperen, yo no tengo su mente conspiradora, explíquense —Dani suspiró y comenzó a hablar.
—Hemos estado observándolos a los cinco, y son casi iguales. Yo me he ocupado de analizar a Riker. Cuando las dos hablamos notamos que prácticamente todos hacían lo mismo ante determinadas situaciones. Por ejemplo, un día vestí con un encaje rojo y sorprendí a Riker —abrí los ojos y miré a Dani sorprendida. No la veía capaz de hacer eso, ella era una chica bastante reservada—. Y sabemos que mi novio es el más educado y delicado de los cinco, pero al verme dijo 'Dani, ¿qué haces con eso?' rascándose la nuca y mirándome de arriba a abajo.
—Exacto, lo mismo pasó con con Ross y Ryland una vez que los avergoncé en la escuela. Y luego lo hemos visto en Ratliff  al ver a una chica atractiva hacen eso o se acomodan el cabello —las miré con la boca entreabierta y luego reí.
—Bien, o ellos son muy básicos o ustedes demasiado inteligentes.
—Creo que voy a votar por el que ellos son básicos —bromeó Rydel.
—¿Entiendes, ________? Ross te encuentra atractiva —insistió Dani.
—Igualmente eso no importa, ¿quieren que les diga por qué? La razón tiene nombre y apellido —ambas suspiraron y pusieron los ojos en blanco.

—Jennifer Mitchell —murmuraron Dani y Rydel entredientes.
—Exacto. Así que dejaremos todo esto de Ross a un lado, buscaremos nuestras tarjetas de crédito y nos iremos al Centro Comercial.
—¡Sí! —gritaron las dos al unísono. Había extrañado pasar tardes con Dani y Rydel, la diversión estaba asegurada y también la increíble cantidad de bolsas que cargamos en el camino. Las tres compramos ropa para esta noche y algunas que otras prendas y zapatos. Mis padres no tenían problemas con el dinero, digamos que la empresa de mi padre era bastante exitosa pero yo no era una niña mimada que le encantaba usar su tarjeta hasta sobregirarla y que no pudiera volver a comprar ni un dulce.
—Dios, la mejor tarde de mi vida —exclamó Rydel dejándose caer en la cama de mi habitación. Miré mi reloj de muñeca y noté que ya eran las 6.30.
—Bien, son las 6.30. ¿Empezamos? —pregunté haciendo que ambas se sentaran en mi cama y asintieran. Manicura, peinado, maquillaje y por último la ropa [http://www.polyvore.com/cgi/set?id=64954588&.locale=es]. Dani se había puesto un vestido ajustado hasta la cintura y luego acampanado hasta unos cuantos centímetros sobre las rodillas. Sus piernas eran largas, morenas y hermosas, y ella lo sabía así que no dejaba pasar la oportunidad de mostrar sus atributos. Por otra parte, Rydel se vistió con un estilo típico en ella. Tonos de rosa y morados y colores vivos. Un vestido de dos partes color fuxia arriba y negro en la parte de abajo. A diferencia del de Dani, el vestido de Rydel caía naturalmente hasta un poco más arriba de sus rodillas y llevaba unos zapatos bajos en combinación con el vestido. Miré mi reloj sobre la mesa de noche y ahora eran las 8.20.
—Justo a tiempo —comenté mientras me acomodaba un poco el vestido frente al espejo cuerpo completo que tenía en la habitación—. Bien, bajemos. Los demás deben estar esperándonos —bajamos las escaleras, yo al final, y cuando llegué al living desee haber sido ciega.
—Chicas, al fin bajan —habló Ryland con una sonrisa provocando que Rocky se separara de aquella cosa de pelo amarillo artificial. Volteó en el sofá y me miró de arriba a abajo. Bajé la mirada y suspiré.
—Te ves hermosa —oí en mi oído. Sonreí y miré a Ross.
—Gracias —él sabía todo sobre Rocky y de seguro había notado lo incómoda que me encontraba.
—Los esperaremos en la camioneta —avisó mi mejor amigo tomándome de la cintura y empujándome levemente para que caminara. Dios, ¿podía adorarlo más? Al salir sentí como el frío de la noche me golpeó y me refregué los brazos. Caminamos hasta la camioneta y Ross me soltó para apoyarse contra la misma y mirarme con las manos en sus bolsillos. Me paré delante suyo de brazos cruzados y suspiré sin levantar la mirada del suelo—. ¿Estás bien? —asentí y volví a suspirar.
—Tendré que acostumbrarme si voy a vivir en la misma casa que él.
—____________, han pasado más de cuatro años. ¿Aún no lo has superado?
—Creía que sí, te lo juro —dije ahora mirándolo—. Pero lo ví y.. me di cuenta de que nada había cambiado. Mis sentimientos siguen siendo los mismos.
—Has considerado.. no lo sé, ¿fijarte en alguien más?
—No, porque no he tenido oportunidad. Antes de venir estuve estudiando todos los días y ni siquiera salía con mis amigas todo para poder venir aquí, ahora quizás el destino ponga a alguien en mi camino.
—Quizás, no lo sé. ¿Ryland? —lo miré y entrecerré los ojos.
—¿Ryland? ¿Estás bromeando?
—No lo sé, fue un ejemplo —se defendió antes de que comenzara a insultarlo. Detestaba que intentaran cambiar mi amistad con un chico por otro tipo de relación.
—Rocky es.. algo que siempre soñé. Pero así va a quedarse, como un sueño.
—Si te hace sentir mejor, entre Jennifer y tú, me quedaría siempre contigo —sonreí desganada y me acerqué enredando mis brazos en su cintura.
—Gracias, Ross —entonces mi teléfono comenzó a sonar. Me separé de Ross y lo saqué de mi pequeño bolso.
—De seguro es Ratliff con sus bromas acerca de nosotros dos —se adelantó Ross.
—No, es un número desconocido.
—No atiendas, quizás son fanáticas que consiguieron tu número —negué y suspiré.
—Es un mensaje —lo abrí y leí: 

¿Y que hay de Ross? ¿No has pensado en él como algo más que tu mejor amigo? Solo es un ejemplo -X'
Miré hacia todos lados algo preocupada pero en toda la manzana las únicas dos personas eramos Rocky y yo.

—¿Qué dice? —abrí la boca para responder pero luego eliminé el mensaje.
—Nada, era mi madre diciéndome que había cambiado su número —no iba a preocuparlo. Ross era tan paranoico que de seguro creería que alguien estaba espiándonos y que iban a matarme o algo así. Era algún idiota que le gustaba bromear y ya. Pero el hecho de que supieran donde estábamos y lo que estábamos haciendo me dio escalofríos. De seguro era Ratliff con otro número o Ryland o alguna de las chicas haciendo una broma. Seguramente, no había de que preocuparse.


Por Paulis y Camila

sábado, 10 de agosto de 2013

Capítulo 1

'Nunca dejaremos de ser amigos, y lo sabes'. Esas fueron las palabras de Ross Lynch el día en que se enteró que se mudaría a Los Angeles, California, para que su hermano mayor realizara su carrera de actor. Ross estaba más que emocionado, se pasaba todo el día hablando sobre eso y pidiéndome que lo oyera tocar la guitarra para asegurarse de que por seguro algún cazatalento lo ayara, pues lo hacía muy bien. Luego de meses sin mi mejor amigo, yo, sentada en la cama de habitación mirando la televisión, me enteré de que habia una nueva banda integrada por cuatro chicos y una chica. Riker Lynch, Ross Lynch,  Ellington Ratliff, Rydel Lynch y.. Rocky Lynch. Mi perdición Rocky. ¡Diablos! ¿Qué era lo que tenía ese chico que me atrapó desde el primer segundo en que Ross me lo presentó.
Había algo en él, en su sonrisa, su forma de hablar, su hermoso cabello castaño, sus ojos.. definitivamente Estaba hechizada o algo así. Aunque nunca llegamos a nada ya que Rocky estaba perdidamente enamorado de una de las más populares modelos de allí.. Jennifer Mitchell. Esa maldita rubia teñida. Estuvieron juntos al rededor de dos meses y luego ella rompió con él, rompiendo también su corazón. Desde que formaron la banda han pasado ya casi cinco años, R5 ahora no es más una desconocida banda que empezó por la fama de un bailarín de Glee, sino que ahora son la banda más reconocida más reconocida en su área y además, con más visitas en su calor de Youtube. 
Hacía un año exactamente que no veía a ninguno de los cinco ni a sus respectivas novias y mis mejores amigas. Danielle DeBeró y mi queridísima rubia inteligente, Rydel Lynch. 

—¿Entonces dices que estás llegando? —suspiré cansada y reí.
—Sí, Rossome. Estoy a una cuadra —luego de un largo año separada de mi mejor amigo, Stormie, la madre de los Lynch, convenció a mis padres para que me dejaran ir de vacaciones durante un año a la casa de ellos.
—Bien, estoy esperándote en la puerta.
—¿Quieres calmarte? Debo colgar, no puedo llevar las maletas y hablar por teléfono.
—Espera no cuelgues, dime en dónde estás —suspiré cansada mientras tenía el teléfono entre mi hombro y mi oído y con mis manos arrastraba mis maletas.
—Voy a matarte por darme una dirección equivocada, Lynch —murmuré entredientes mientras miraba el suelo.
—Lo siento —pero esa voz había sonado fuera del teléfono. Levanté la mirada y ahí estaba, mi hermano de otra sangre. Lo observé durante unos largos segundos y noté lo diferente que estaba. Sus ojos brillaban de la manera que siempre lo habían hecho pero ahora su cabello estaba un poco más largo, su rostro ya no parecía el de un niño que conocí en el jardín de niños, ahora era un hombre. Su mandíbula se notaba mucho más cuadrada y su voz era mucho más grave. Había cambiado muchísimo—. Suélta esas tontas maletas y dame un abrazo, lo merezco luego de que me abandonaras casi por 3 años —reí y dejé caer las maletas al suelo. Me acerqué y me colgué de su cuello mientras que el me sostuvo de la cintura y me dio una vuelta en el aire. Reí.
—Ross, Dios. Como has crecido —hablé cuando pude recuperar el aliento y mis pies tocaron el suelo.
—Bah, suenas como mi abuela. Y tú —me miró de arriba a abajo y luego silbó. Golpee su brazo divertida—. Si no fueras como mi hermana podría comerte ahora mismo.
—Diu, eres un asco —tomó mis maletas y ambos caminamos lo que quedaba del trayecto hasta la casa que eran solo unos escasos metros. 
—Así que, ¿cómo está mi suegra favorita? —reí mientras recordaba como Ross solía llamar a mi madre 'suegra' aunque todos —incluidos nosotros— sabíamos que sólo éramos amigos.
—Molesta, igual que siempre.
—Amo a tu madre, ¿ya te lo he dicho? —levanté la mirada para poder verlo a la cara. Me llevaba más de diez centímetros de altura.
—La amas porque te acurrucabas en sus brazos cuando la tía Stormie te reprendía por alguna idiotez que habías hecho. Mi madre te malcrió. 
—Y a ti te malcrió la mia. No gastaba para mis regalos de cumpleaños ni la mitad de lo que gastaba para los tuyos. Esa mujer.. —murmuró las últimas dos palabras con rencor fingido y yo reí levemente.
—Uno de estos días vas a llevarme a verla, ¿cierto? También quiero ver a Gemma.
—Bah, otra molesta. Han estado insoportables desde que mi madre habló con la tuya y te dejaron venir. 
—Oh, son tan dulces.
—Bien, he ordenado lo más que pude. Así que si encuentras algo de ropa interior en el living, a mitad de camino u otra cosa, la culpa es de los mandriles que tengo de hermanos—ambos reímos y abrió la puerta dándome el paso para que entre. Pasé algo temerosa de con lo que podría encontrarme y al ver todo normal entré completamente. Miré a mi alrededor y el todo era realmente demaciado bonito. Un corto pasillo con algunos escasos cuadros abstractos, un pequeño mueble sobre el cual se encontraban varios juegos de llaves, y algunas que otras cosas, una pequeña alfombra de bienvenida y los colores de las paredes eran perfectos. Hermosa combinación para una casa infestada de hombres, bueno además de mi Delly. Un delicioso olor a incienzos se sentía en todo el ambiente.
—Pasa, te diré cual es tu habitación —asentí y dejé que Ross pasara delante para poder seguirlo. Pasamos por el living y subimos las escaleras. Lo ayudé un poco con las maletas y se detuvo ante la segunda puerta a la derecha del extenso pasillo. Abrió y pasó dejando las maletas dentro. Entré y me quedé boquiabierta observando la cantidad de espacio que había. Tenía un escalón que separaba la 'entrada' del resto del lugar, una gran ventana con vista a las calles transitadas de LA, un escritorio, una cama de dos plazas, un baño propio, espejos por doquier y un enorme armario empotrado en la pared a un lado de la puerta—. Bien, espero que sea de tu agrado. Puedes hacer los cambios que quieras, todo lo que necesites para sentirte como en tu casa.
—Wow, ¿a esto le llaman habitación? —me senté en la cama y observé todo a mi alrededor. 
—Supongo que querrás ducharte y desempacar, en unos minutos de seguro llegarán los chicos y la paz acabará, así que disfrútala mientras dure. Cualquier cosa que necesites, no cuentes conmigo —sonrió y cerró la puerta. 

Sonreí mientras negaba con la cabeza y suspiré. Vaya, era demasiado espacio para mi sola. Comencé a desempacar y a guardar mi ropa en el armario. Tomé lo que iba a usar, unas toallas y entré al baño. Era bastante grande, una bañera y todo reluciente. Mientras me estaba duchando pude oír un revuelo abajo así que supuse que serían los demás que habían llegado. Suspiré. ¿Cómo lograría vivir con cinco hombres? (Son 5, contando a Ratlifff) ¿Y mi privacidad? ¿Y mis momentos a solas? ¿Mis momentos femeninos? ¿Y cómo les explicaría que no estoy de humor porque ando en mis días? Mis mejillas se ruborizaron de solo pensar en cómo les diría aquello último. Tendría tiempo para adaptarme, además, eran mis mejores amigos, no chicos cualquiera. Vale remarcar que entre mis mejores amigos había un morocho que no era un amigo para mi.. yo lo veía como algo totalmente diferente. Aunque el único que lo supo fue Ross. Al salir de la bañera me cambié a algo cómodo y bonito, muy estilo, cepillé mi cabello castaño y lo dejé caer en ondas por mis hombros. Cuidaba mi cabello como si fuera oro, había esperado durante años tenerlo largo y ahora que me llegaba hasta la cintura era la chica más feliz del mundo. Delinee mis ojos y me puse perfume. Lavé mis dientes y entonces me sentí lista para enfrentar a esos hombres que hacía tres año no veía. Salí del baño y di un suspiro antes de abrir la puerta. Al salir miré hacia la izquierda y vi a Ryland que pasó corriendo tan rápido que ni me notó ahí.
—Mierda, Ryland. ¡Devuélveme mis pantalones! —miré hacia la derecha y aquel chico en boxers se detuvo a mitad del pasillo sin sacar sus ojos de los mios—. __________... —susurró casi inaludiblemente. Mis piernas flaquearon y sentí que iba a desmayarme. Mis pulsaciones se fueron por las nubes y podía sentir el calor subiendo a mis mejillas al notar que aquel rubio que me traía loca, vestía solamente con boxers. Bajé la mirada y traté de no reír—. Voy a matarlo, ¿quieres esperar cinco segundos? —asentí sin mirarlo y luego pude notar su ausencia. Levanté la mirada y traté de calmarme a mi misma. Todo estaba bien, es el mismo Ross de siempre, nada más que ahora luce el triple de sexy que antes, ya que la última vez que lo vi tenía casi unos 15 años y ahora es todo un hombre de 19. Un hombre que emana sensualidad y belleza por cada poro de su cuerpo—. Lo siento —se disculpó cuando salió de nuevo al pasillo ahora con unos jeans gastados, pero su torso aún seguía al descubierto. Era una enorme tentación mirarlo pero sería algo fuera de lugar considerando que hace mucho tiempo que no lo veo y que él tiene.. novia
—No es nada —contesté cuando me aseguré de estar lo suficientemente calmada como para hablar sin tartamudear.
—Vaya, hace tiempo que no te veía.. ¿meses? 
—Años —corregí como si hubiese estado contando los días desde la última vez que lo vi.
—Wow.. una eternidad. Te ves... —me rebajó lenta y dolorosamente mientras yo intentaba hacerme lo más pequeña posible—. mayor.
—Bueno, gracias.. supongo —rió y luego se rascó la nuca.
—Quiero decir, te ves bien —volvió a mirarme de arriba a abajo y yo sentí que iba a derretirme bajo su mirada.
—¡Hey, Rocky! ¿Qué pasa? ¿No vienes por los pantalones? —voltee y pude ver a aquel 'pequeño' rubio que solía ser mi compañía en los días de lluvia. Ryland y yo solíamos sentarnos en el living a comer palomitas de maíz y ver una maratón de películas románticas. Eso no puede hacerse con cualquier chico—. ¡¿____________?! 
—¡Ryland! —corrí hacia él y lo abracé por el cuello con todas mis fuerzas. Tuve que ponerme en puntillas para aquello, al parecer todos habían pegado un buen estirón.
—¡¿Pero qué rayos haces en este basurero?! —reí y luego oí aquella voz tan dulce y graciosa.
—Hey, tu también vives aquí, duende. Vengo a visitarlos, espero que no les moleste —informé con una sonrisa.
—¿Molestarnos? ¿Bromeas? ¡No he podido encontrar a otra chica para mi maratón de películas en días de lluvia!
—Ryland deja de mentir —ambos volteamos a ver a Rocky que estaba recargado sobre la pared del pasillo a unos metros detrás, de brazos cruzados y mirándonos divertido—. Has visto películas con Amy la semana pasada —hice un sonido de indignación y luego golpee el brazo de Ryland. Luego hablaríamos sobre esa tal 'Amy'.
—¡Hey! ¡Eso era algo nuestro! Me traicionaste, Ryry! —me crucé de brazos e hice el puchero que solía hacerle a mi padre cuando no me dejaba salir con mis amigas. Siempre funcionaba.
—¡Lo siento, lo siento, lo siento, lo siento! —me abrazó y luego despeinó mi cabello—. Es que he estado un poco solo en ese sentido sin ti.. necesitaba llenar el agujero que dejaste con alguien más. No creía que volvería a verte.
—Oh, siempre eres tan dulce —pellizqué su mejilla y el sonrió como un niño de cinco años lo haría—. ¿Riker y Ratliff? —pregunté para ambos. Rocky elevó los hombros dejando en claro que no lo sabía.
—Están abajo con Rydel y Dani —me salió un grito ahogado mientras hacía a un lado a Ryland y bajaba las escaleras casi de a tres escalones desesperada. Entré al living y los cuatro se encontraban conversando animadamente. Grité y los cuatro se giraron para mirarme.
—¡____________! —gritó Danielle poniéndose de pie y corriendo hacia mi.
—¡Eres una desgraciada! —gritó Rydel también corriendo hacia mi. Las tres nos abrazamos mientras reíamos—. ¡Te has desaparecido durante todo un año y ni siquiera fuiste capaz de llamarnos! ¡Voy a matarte!
—¡Lo siento muchísimo! ¡Las adoro, no quiero volver a separarme de ustedes! —nos abrazamos durante unos segundos mas y luego nos separamos.
—¿Y qué hay para nosotros? ¿Ni un abrazo? —se quejó Ratliff. Reí y corrí hacia él tirándome encima suyo haciendo que ambos cayeramos en el sofá. 
—Gatito, ¡te extrañé tanto! —le dije mientras no lo soltaba y él reía.
—También te he extrañado, Hermosa —sonreí al oír aquel apodo que ya casi nadie me decía y luego me puse de pie para abrazar a Riker.
—Riker, te he extrañado tanto a ti también. Tus consejos, tu voz preocupada todo el tiempo —Riker era aquel 'padre' en el grupo. Era atento, dedicado, se preocupaba por todos y era muy educado todo el tiempo, aunque con nosotros ya no tanto.
—Bebé, también he extrañado tus travesuras, Solo mírate, Que edad tienes ya? 18, 19? —era como aquel hermano mayor que nunca tuve. Me separé de él y los observé a todos.
—Dios, este año será genial.
—¿Año? —preguntó la voz de Ryland acercándose. Voltee y lo vi caminando hacia mi mientras que Rocky se dejó caer en uno de los sofá.
—Sí, voy a quedarme durante un año —sonreí y todos me miraron sin expresión alguna—. Si es que están de acuerdo, claro.
—¿Cómo podría no estar de acuerdo de que una de mis mejores amigas pase todo un año entero aquí conmigo? —habló Danielle rompiendo el silencio.
—¡Un año entero conviviendo contigo! ¡Será genial! —gritó Ryland mientras me abrazaba emocionado. Rocky se dedicaba a mirarme fijo sin ninguna expresión y sin decir ni una palabra al respecto. ¿Estaba feliz o molesto porque yo me quedara un año aquí en su casa? Quizás mi presencia le molestaba pero sinceramente no me importaba. Iba a quedarme le gustara o no, y si no estaba de acuerdo se podía ir a vivir un año con su querida Jennifer. Suspiré con una sonrisa, definitivamente sería un año memorable.

Por Paulis y Camila

viernes, 9 de agosto de 2013

Prólogo.

'¿Has visto a Danielle el día de hoy? Hasta donde sé estaba descompuesta durante la fiesta y se tuvo que ir. ¿Enferma? ¿O quizás algo más? -X' 

'He oído por ahí que Ross y Ratliff no se encontraban en el hotel.. ¿con Maia y Rydel? ¿Por qué no llamas a alguna y preguntas? -X'

'¿Has notado la nariz de Rydel? ¿Se ha hecho una cirugía? ¿Y cuánto hace que no asiste a la Universidad? Si yo fuera el director ya la habría expulsado.. -X'

'Creo que deberías echarle un vist
azo al teléfono de tu mejor amigo. ¿Quién es el tal "Wilby"? Extraño, ¿cierto? -X'

'Vamos _____, une las piezas. Te estás tardando más de lo que una persona normal se tardaría! -X'

'¿De verdad crees que "Rennifer" es real? ¿Acaso has visto como te mira Rocky? Nena, no apoyo al romanticismo pero yo diría que le brillan los ojos.. -X'

'¿Ratliff alguna vez te ha mostrado su árbol genealógico? ¿Y Tyler? ¿Por qué no les preguntas? -X'

'Al parecer Riker le está dando comida podrida a Danielle o hay algo mal en el organismo de esa chica. ¿Náuseas, mareos, antojos? ¿Acaso son todos tan idiotas como para no notarlo? -X'

'Quizás no te gusta lo que oyes pero es la verdad.. -X'

'Observa bien cada fotografía, compáralas y luego podrías darte una vuelta por la Uni de Rydel y preguntar por sus calificaciones. Quizás te lleves alguna que otra sorpresa -X'

'En lugar de estar revolcándote con Rocky deberías estar uniendo las piezas del puzzle, cariño -X'

'Sí, puedo verte _____. Sé cada movimiento que das y todo lo hago para que dejes de ser tan ciega y veas la verdad. No es por nada -X'


'¿Quién soy? Pronto vas a saberlo.. pronto xx ;) -X

Por Paulis y Camila-