sábado, 31 de agosto de 2013

Capítulo 3

El camino al lugar donde sería la fiesta fue corto. El tío Mark nos acompañó todo el tiempo, al parecer nunca se separaba de los chicos cuando ellos salían. Y nos seguía otro auto con tres tipos más de seguridad.
—¿Es necesario tanta seguridad? —le susurré a Ross que estaba sentado a mi lado en la camioneta.
—Sí, nunca se sabe cuando pueden salir fanáticas de la nada. 
—¿A dónde vamos? —me miró y sonrió. 
—Es un bar de karaoke poco conocido aquí en Los Ángeles. Estará lleno de gente pero la mayoría son personas importantes que buscan un descanso de su atareada vida. Nada de que preocuparse pero los del Management no nos dejan salir sin al menos dos guardias con nosotros. 
—Vaya, eso debe ser algo molesto —murmuré.
—Nuestro Papá no es problema, él nos deja un poco de tiempo para respirar sin dejar de vigilarnos. Luego de un tiempo te acostumbras, y tú deberás acostumbrarte también. No podrás salir a la calle como cualquier extranjera —lo miré con algo de miedo—. Y también comenzarán los rumores. Tú y yo saliendo, Tú con Ratliff, Tú embarazada, quizás digan que moriste en alguna oportunidad pero no debes darles importancia.
—Vaya, eso me da ganas de salir corriendo ahora mismo.
—Tranquila, no dejaré que se pasen de la raya pero debes estar preparada porque ahora no
 serás una chica normal —yo en realidad ya lo sabía, era obvio que ser mejor amiga de una celebridad debía tener cosas como estas pero no me importaba. Disfrutaría este año con mis mejores amigos sin importar los contratiempos que surgieran. Luego de unos diez minutos llegamos al dichoso lugar. Al bajar hubieron algunos que otros flashes pero Ross no soltó mi mano. Caminé cabizbaja hasta que llegamos adentro. Miré a Ross y él me dedicó una sonrisa. El bar era muy espacioso, estaba ambientado en un estilo de los años 20. Mujeres vestidas como en esa época caminaban de aquí para allá atendiendo a las personas sentadas en los sofás de terciopelo rojo. Champagne, charleston y olor a tabaco inundaban el ambiente haciéndolo un poco incómodo para mi.

—Bien, vamos a nuestro lugar —habló Ross. Caminamos por los pasillos siendo observados por todos para luego oír susurros.
—¿Están hablando de ti? —le susurré a Ross. Sonrió sin soltar mi mano y sin sacar su vista del frente.
—Y de ti. De nosotros. Creen que eres mi nueva chica o algo así.
—¿Tu nueva chica? ¿Traes a tus chicas aquí? Espera, ¿acaso eres uno de esos imbéciles que cambian de chica por semana? 
—Tranquila. Luego hablaremos sobre nuestras formas de vida —llegamos a casi delante del escenario donde una banda tocaba animosamente. Tres sofás espaciosos estaban en un pequeño gabinete. En el centro había una mesa ratona sobre la cual habían botellas de champagne, cigarros y alguna que otra golosina—. Bien, acomódense.
—Vaya, esto es genial —comentó Rydel sentándose a un lado de Ratliff
—Amo este lugar —dijo Ryland.
—¿Han venido antes? —preguntó Dani y entonces Rocky golpeó disimuladamente a Ryland en la pierna.
—No, pero quiero decir que la ambientación es genial. Voy a venir más seguido —sonreí bajando la mirada ya que yo fui la única que noto que Ryland estaba mintiendo. Ellos habían venido antes y de seguro habían tenido una noche entretenida. Pero si ellos no querían que sus novias se enteraran yo no soy quien para decirles.
—Bien, bebamos algo mientras esperamos que el karaoke comience —comenzaron a beber y trago a trago la cosa se puso más divertida y más.. movida. La mayoría parecían estar ebrios y recién eran las 10.

El show había comenzado hacía unos veinte minutos y habían subido a cantar unas tres personas, había chicas bailando y todas esas cosas. Yo, personalmente, odiaba tomar tragos, ya con 19 años, nunca en mi vida he probado una solo gota de alcohol..solo al imaginarme embriagarme y comenzar a decir cosas de las que luego me arrepentiría, me daba asco. Más considerando que Rocky estaba presente, y ni hablar de su novia. Jennifer, era de buen beber. Se reía histérica de cualquier idiotez que alguien decía y luego bebía más, y más. 
—Vaya, esa chica tiene un estómago fuerte —susurré en el oído de Rydel cuando todos estaban hablando lo suficientemente fuerte. 
—Espera diez minutos más y vas a encontrarla en el baño casi inconsciente —Rydel tampoco bebía, nos cuidábamos las dos, pero Dani era un tema aparte. Ella y Jennifer podían ser mejores amigas tranquilamente. 
—Y entonces ella dijo: ¡no es un gato corriendo, es Ratliff! —y seguido de eso mi mejor amiga estalló en carcajadas. Ratliff empezó a reír igual o quizás peor que ella y fueron seguidos por Jennifer y Ryland. Dani, Riker, yo y Ross eramos los más cuerdos en el grupo.
 Te ves sexy hoy —dijo Ross mirándome con una sonrisa. Él también estaba bastante pasado de copas. 
—Ross, cállate. Estás ebrio —dije entre divertida e incómoda. 
—De verdad, podrías ser mi conquista esta noche. ¿Has conocido mi habitación? —reí y palmee su hombro.
—Creo que necesitas un poco de café —puso una de sus manos en mi pierna derecha y la acarició suavemente poniéndome incómoda—. Y una ducha de agua helada, cálmate. 
—Vamos, sabes que no puedes negarte —se acercó y besó mi cuello. Todos estaban metidos en sus conversaciones así que nadie notaba que a Ross se le estaba yendo la mano.
—No Ross, ya basta. No es gracioso —subió su mano por mi pierna y tomó el dobladillo de mi vestido—. Ross, no —intenté alejarlo pero él era más fuerte.
—Oye, ¿no habían dicho que sabías cantar? —mi salvación. Rocky se alejó de mi con un gruñido y le dio una mirada asesina al morocho causante de la interrupción.
—Eh, un poco, sí. 
—¿Por qué no subes y cantas? —lo miré durante unos segundos y luego el sonrió de lado. Bien, sentía que iba a derretirme ahí mismo.
—No lo sé, no creo que...
—¡AQUÍ HAY UNA CHICA QUE QUIERE CANTAR! —gritó Ratliff poniéndose de pie.
—¡No, Ellington! Mierda, cállate —murmure tirando de su camiseta hacia abajo para que se sentara.
—¡Vamos! ¡Sube y canta un poco! —gritó Dani tomándome del brazo y poniéndome de pie. Me empujó hasta las escaleras del escenario y yo subí insegura. Suspiré, Sabía que luego de esto me hiva a odiar y seguir asco hacia mi mismo, pero ¿Que más daba? Tenía que divertirme.
—Ratliff! —le grité desde el escenario—. Pásame esa botella —me la paso y tomé sin siquiera usar una copa. 

Todos gritaron, silbaron y aplaudieron. Bien, si iba a cantar tendría que estar un poco ebria. Dejé la botella vacía a un lado y me acerqué al micrófono—. Bien, cantaré lo que sea que pongan, así que denme con lo mejor que tengan —todos volvieron a gritar y sonreí mientras oía la música comenzar. ¡Amaba esta canción! [http://www.youtube.com/watch?v=RHXAYxe7BQw] Me acerqué al micrófono y comencé a cantar sintiendo como el alcohol comenzaba a mezclarse con mi sangre. 
'It takes a girl to understand, just how to win. She knows, she can. I think it's clear, who wears the pants. What boy, could stand, a chance'. 

Sacudí mi cabeza un poco haciendo que mi cabello se balanceara y me acerqué al micrófono de nuevo. 

'She makes it look easy, in control completely. She'll get the best of you, every single time. Thought by now you'd realize'. 

Enfoqué mi mirada en Rocky quien no sacaba sus ojos de mi mientras jugaba con una copa vacía en sus manos. 

'Never underestimate a girl, gets anything she wants. She's never gonna stop. You know it, you know it. Never underestimate a girl, she's always got a plan, the world is in her hands'

Dani y Rydel subieron conmigo y las tres continuamos cantando y bailando divertidas. La noche se pasó en un abrir y cerrar de ojos y para cuando quise notarlo estaba quitándome los zapatos en la entrada de la casa. 

—Vaya, no siento mis pies —caminé descalza hasta el pie de las escaleras y observé a Ryland tirado en el sofá—. Mañana muero por verte el rostro, Ryry —escuché su ronquido y reí levemente. Subí las escaleras y entré a mi habitación. Dejé los zapatos a un lado de mi cama y busqué en el armario una manta, tomé una azul marino y volví a bajar las escaleras.
—¿A dónde vas? —clavé mis pies en el suelo ante aquella imponente y grave voz y voltee para mirarlo. 
—Iba a cubrir a Ryland, dudo que suba a su habitación para dormir —caminé hasta el sofá y cubrí al castaño  medio rubio con la manta. Sonreí mientras peinaba su cabello hacia atrás y lo oía roncar levemente. Ese chico era una de las personas más tiernas que conocí en mis 19 años.
—¿Quieres helado? Creo que hay un poco en el refrigerador —voltee y miré a Rocky durante unos segundos.
—Claro —sonreí a medias y lo seguí hasta la cocina. Entramos y yo me senté en una de las sillas altas delante de la barra de mármol gris mientras que él caminó hasta el refrigerador y sacó un pote blanco, tomó dos cucharas y se acercó a mi sentándose del otro lado. Me pasó una de las cucharas y abrió el pote dejando ver el contenido—. Esto no habría durado ni un día en mi casa —comenté rompiendo con el silencio incómodo del ambiente mientras me llevaba la cuchara con helado de piña a la boca. Me miró durante unos segundos y luego sonrió bajando la mirada hacia el helado—. Gracias por lo de hoy. 
—Ross ebrio es lo peor que puede pasarle a cualquiera. Intentó besarte una vez —reí y negué levemente mientras hundía la cuchara en el helado.
—Sé que nunca haría nada que me lastimara, es como mi hermano. 
—Se veía bastante dispuesto a hacerte muchas cosas que un hermano no te haría —lo miré y lo señalé con la cuchara.
—Eres bastante observador.
—Lo vi de casualidad —sí claro, casualidad mi abuela. Pero no iba a decirle que creía que él había estado observándome toda la noche, claro que no. Porque él tenía a su novia.
—¿Y Jennifer? Que extraño que no estás con ella ahora.. —suspiró y dejó la cuchara a un lado.
—La dejé en su casa, estaba demasiado ebria.
—Con más razón debiste haberte quedado con ella —se levantó y salió de la cocina sin siquiera dedicarme una última mirada o un 'buenas noches'. 
—¿Es eso helado? —sonreí y voltee para ver a un gatito despeinado y desarreglado entrar a la cocina.
—Así es, ¿quieres un poco? —asintió y se sentó donde anteriormente se encontraba Ross. Luego de unos segundos Rydel entró sentándose sentándose cerca de Ratliff y ambos comenzaron a mirarse y sonreírse. Sin duda estos dos se traían algo, pero aún así eran los más hermosos juntos. 

Me puse de pie y me encontré con Riker recargado en el marco de la cocina con una leve sonrisa.
—Lo que hace el amor —habló sin sacar su mirada de Ratliff y Delly. Asentí y me imaginé a mi en esa situación con Rocky. Sentí una leve punzada en mi pecho y me costó respirar un poco al invadirme la imagen de él así con Jennifer—. Si necesitas algo puedes encontrarme en mi habitación —sonreí levemente y besé su mejilla.
—Buenas noches, Riker.
—Buenas noches, princesa —caminé hasta las escaleras cansada y al entrar a mi habitación cerré la puerta. Me senté en mi cama y cuando estaba a punto de quitarme el vestido para ponerme el pijama mi celular sonó. 

—Dios, no puedo tener dos segundos de paz —murmuré mientras lo buscaba en el bolso. Lo tomé y era un mensaje de otra vez un número desconocido. Dudé si abrirlo o no. Lo dejé sobre mi cama y tomé mi pijama. Una blusa color coral de tirantes y un short color gris. Me senté en la cama y tomé el celular. Suspiré, conté mentalmente hasta tres y abrí el mensaje.

'¿Has visto a Danielle? Hasta donde sé estaba algo descompuesta durante la fiesta y se tuvo que ir aunque tu estabas bastante ebria como para notarlo. ¿Enferma? ¿O quizás algo más? -X'

Por Paulis y Camila

Comenten, please. -Pau.

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